miércoles, 9 de septiembre de 2015

Welcome señores

Me siento una neófita de la palabra. Cuando antes podía escribir, casi sobre cualquier cosa ahora solo me persigue la tormentosa idea de escribirle, para nada. Para perder mis letras y exponer. No es terapéutico señores, para nada, más si el receptor simula no serlo y no emite señal alguna.

Tampoco es terapéutico señores, tener una banda de amigos aupando tu regreso triunfal a la vía la espera desesperada que te cojas, así sea un caballo, porque según el conglomerado social, esa es la solución. Luego los internautas intergalácticos que saben más de mí que yo misma, quienes recomiendan algo que reza así: Pasa de él, cambia el chip, pasa la página…
Serviría de algo  si todos me ven redimida, pidiendo disculpas a sus mercedes por tanta malcriadez,  por no aceptar las teorías y mucho menos ponerlas en práctica. Serviría de algo hacer saber que si estoy así no es por gusto propio, no se trata de un platillo que pedí a la carta. Qué parte de que este puente roto y cortante lo cruzo yo no se entiende. No puedo operar por imposición, qué más da si soy una cabeza dura. Ha habido la mejor de las intenciones y lo sé, no soy una ingrata, pero estoy tan molesta con el hecho de no poder escribir un texto decente que se me confundieron las incomodidades. Capaz algo más simple como me aprieta el pantalón, el café de la mañana me llena el estómago de gases, odio los olores pestilentes de los sobacos de la gente y las excusas crueles. Quizás el cúmulo real de incomodidades tiene más ese orden.
Además uno pelea con sus demonios, luego ellos pelean con los otros demonios, los demonios de los demonios se pelean también y se genera un endemoniada pelea  para ir armando el infierno.

Aclaremos algo, no tiene sentido ser yo, no siendo yo. Y lo anterior lo digo porque considero que la red ya está abarrotada de gente hablando de crecimiento, evolución empresarial, las 5 claves mágicas para emprender, como parecer predicador del positivismo, sea feliz sin serlo,  etc. Cabe destacar que  mi plan maestro es exponer mi visión, ya está, acepte que le divierte y  dese el permiso de hurgar entonces en mi blog. Aquí la única la  intención es hacer mi propia limonada, y para ello no puedo sino usar ingredientes orgánicos, propios y sobre todo frescos.  Hoy lo que se cuece es esto.

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