viernes, 29 de abril de 2016

Someday

Mucho para decir, mínima idea de cómo hacerlo o cuál lenguaje usar. Uno que se entienda como lo que es: Una rendición, el cese de fuego  y  fin de la guerra.

jueves, 25 de febrero de 2016

Atrapada en ti

Por la consiente necesidad de herirme
Cuando no basta el resto del mundo
Te sientas, me siento y vomito palabras hirientes y recuerdos distorsionados de historias revueltas
Que de tantas acumuladas la única que duele y  rebosa eres tú.

Me detengo y me doy cuenta que peleo contra el viento, pero sangro y me rompe.
Es tan afilado como decidido, la dirección que sigue traspasa paredes y todo a su paso
Cuando se supone que yo soy una tramontana… me acechas y en velocidad me ganas

Da igual la vergüenza de esbozar amor, desperdiciado, desparramado
Corriendo por las alcantarillas de esta ciudad.
Al final todo sale al mar donde pertenezco 

domingo, 21 de febrero de 2016

Limonada: ¿Nimiedades o vicisitudes?

Limonada: ¿Nimiedades o vicisitudes?: Cierre de semana en viernes, como siempre,  y sí se me partió un trocito de un diente. Pero no cualquier diente, era uno de los frontales, ...

¿Nimiedades o vicisitudes?

Cierre de semana en viernes, como siempre,  y sí se me partió un trocito de un diente. Pero no cualquier diente, era uno de los frontales, mejor conocido como dientes de conejo. Para una persona como yo cuya sonrisa va de punta a punta y a diente pelado, le resulta horrible y anti todo andar como una recoge latas. Supuse que después de dicho incidente que, dicho sea de paso, aún no he resuelto, supe que este fin de semana sería prometedor.
Como para completar la lista de acontecimientos y demás en esta, mi aventura por Barcelona, la madrugada del viernes me despertó de la nada un fuerte dolor en el vientre bajo que me irradiaba la pierna. Eran las 3 am y yo, muerta de frio, me dirigía a la emergencia del hospital. El diagnóstico: Sospecha de inflamación del apéndice pero…
--- Tómese un paracetamol, y buenas noches--- Por suerte no fue a más el asunto.  Funcionaron las pastillas y todos felices a casa.  En parte

Para cerrar con broche de oro este ramillete de sorpresas  de fin de semana, hoy fui protagonista de mi primera película. En realidad más que protagonista yo,  fueron mis pies y los de mi acompañante en cuestión. Una que no para de sorprenderse con la gente loca que se atraviesa en esta ciudad, hoy conocí al número 1 en la lista de los más locos. El personaje es un italiano cuyo nombre  no recuerdo  pero que en resumidas cuentas dijo:
---Hola soy un artista---- ya allí empezamos mal porque la cosa pintaba a una petición de dinero  o algo así, pero no. El dichoso artista pedía apoyo y participación en un video simple. El mismo no incluía caras sino pies, aunque una  cara sí, la de él que tenía que ser pisoteada por nuestros pies. Todo un fetiche y nosotras activas por amor al arte. Pasado el episodio más bizarro de mi vida, complacido el italiano, nos miramos y efectivamente, lo supimos todo. Sin duda alguna este  video  tenia fines algo fetichistas y porque no, pornográficos.  Hay que estar muy desesperado para solicitar algo así y muy “ahuevoneado” para aceptarlo. Sin embargo, ¿Qué es una raya más pa’ un tigre? Como decimos en Venezuela, he aquí el cuento número 200 para relatar a mis futuros nietos.


Y es así como a pie descalzo,  con frio y mal pintado, he saltado a la fama, dando por terminado este fin de semana.

domingo, 14 de febrero de 2016

Re-Conocer

Mientras pensaba en hablar de mi cumple, la vida y lo seguido que me siguen jodiendo el espíritu, me asomo y veo a mi hermano haciendo algo curioso. Hace poco llegó a la ciudad y viene dispuesto a todo, así que puesto en marcha va postulando en todo lo que sabe puede hacer y lo que no domina al 100% lo revisa y  estudia. Que recuerde, nunca conocí a nadie así. Hacía dos años que no nos veíamos pero hacía 5 que ya no vivíamos juntos, por lo que es un descubrimiento tras otro.

Lo miro y me percato que tiene en su mano derecha  3 platos y mira la computadora como quien sigue instrucciones de algo. Poniendo atención me doy cuenta que sigue un tutorial del portal YouTube en lo que serían algunas técnicas básica para ser camarero.  Mandíbula en suelo, me rio de satisfacción y cambio el rumbo de mi escritura.

Tiene tantas ganas de comerse al mundo y yo me siento tan profundamente orgullosa que de sólo pensar en decaer me da vergüenza. Que fantástico trabajo hicieron mis padres, me pregunto ¿seré yo un buen resultado? Él es el último así que doy por hecho que es un buen producto, en cambio yo, siendo la segunda me huele más a experimento.

Ha sido una semana épica, para no olvidar, por más nada fuera de lo común más que  el bendito aprendizaje que no me deja ni dormir. Tengo un mes soñando que vuelvo al colegio y creo que el mensaje es una lección no aprendida. El tema es que uno va escuchando quejas  de la vida misma, luego lo veo a él, a mi hermano menor, a las 12 de la noche practicando para servir porque no se conforma con tener noción, él no quiere ser bueno,  quiere ser el mejor, entonces me doy cuenta que el resto se queda corto. Lo demás es cuento.
Como si fuera ayer.  Mi mamá gritando para que me bajara del árbol, mi hermana mayor jugando a las muñecas conmigo, por allí mi padre en su taller, mi tercer hermano jugando carritos y el menor,  el “catire” que se me hizo hombre y ni cuenta me di, allí está en su cuna tomando  biberón. 


viernes, 12 de febrero de 2016

Capítulo 1- El Retorno del Indígena

Dicen que cuando te haces padre vuelves a vivir ciertas etapas de tu vida. Vuelves a ser estudiante, revives la emoción del juego y las risas, vuelves a ser adolescente y así sucesivamente. Digamos que eso y un poco más es lo que me sucede actualmente.

Hace dos años y cuatro meses que aterricé en este país y más específicamente en la ciudad de Barcelona.  A mi llegada, ni bombos ni platillos, nada de pajarillos en la ventana de mi cuarto, ni amistosas sonrisas,  ni nada de nada. ---Señorita Susan  usted ya no está de vacaciones “welcome to the joungle” ---  Estoy convencida que sea la ciudad que sea del globo terráqueo, la aventura  del inmigrante común es siempre la misma. Pero como mi experiencia es Barcelona,  a la dichosa ciudad le toca aguantar el chaparrón de  críticas que haré de su “estupendísimo” sistema burocrático que desune fronteras y motiva a los ciudadanos de unión europea a sumarse al caos de ser un indocumentado.

Oficialmente no soy mamá, pero desde la llegada de mi hermano menor como si lo fuera,  ya que vuelvo a vivir etapas burocráticas de legalización de status migratorio. Dicho en cristiano, estoy ayudando a mi hermano a gestionar sus documentos en la ciudad, entiéndase NIE y demás cositas, que dicho sea de paso como ciudadano de la Comunidad Europea le corresponde por derecho. Se me olvida que el mundo funciona al revés, quizá por haber perdido la callosidad en la piel que desarrollé en Venezuela, por lo que  me tropiezo nuevamente con normas absurdas del bendito “pez que se muerde la cola”, las mismas que van aprobando a cuenta gotas, eso sí, supeditadas a los cambios hormonales de una mujer con SPM (Sindroma Pre-Menstrual).

Uno puede siempre elevar su capacidad de asombro a niveles insospechados. La vida te sorprende y cuando crees que lo has visto y escuchado todo, viene tu hermanito menor para darte esa cachetada de realidad que tanta falta me hacía. Es confuso porque históricamente ambos nacimos en un territorio que los “españoles” mismos colonizaron, pero a su vez gozamos de las mieles de ser europeos gracias a la tozudez de mi padre de no perder su nacionalidad. Visto desde el ángulo más positivo, ser indios conquistados no es tan malo, digamos que es el momento de la reivindicación. --- Venimos a limpiar sus pecados, a perdonarlos por las perlas que se llevaron y decirles que no nos fue mal con los espejitos--- Pero… nadie quiere la limpieza de su alma por estos lares, por el contrario la van embarrando semestre a semestre, ley tras ley, norma sin sentido tras norma sin sentido, dando paso a la migración ilegal que honestamente lo tiene más fácil de lo que imaginan lo tenemos, en este caso específico, nosotros.

Yo tengo la impresión  que este sistema migratorio está enojado, viene con la regla, pero sobre todo esta trasnochado y con resaca.  Se siente uno  como… un ladrón de espacio territorial o algo así, pero con permiso solapado, es decir puedes estar pero no, el legendario: mira pero no toques. Pero la ley es la ley, y uno que para ser pendejo no es la excepción, aquí estamos en lo que yo espero sea un capitulo corto de este abreboca migratorio hasta legalizar el status. 

jueves, 4 de febrero de 2016

Descalza


¿Me leerá? ¿Gozaré del agrado de él y de todos? Qué más da si no. Alguna vez tuve un novio escritor, el cual  me ganó por mucho en la importante beca que le otorgara la NYU por ser un escritor creativo… no tengo idea qué será de su arte hoy día. Nunca antes escribí sobre él, supongo que es mejor sepultar ciertos tumores. El punto, mi punto, es que el si me leía, y lo puedo aseverar porque descifraba detalles que ni yo misma sabía que estaban puestos adrede en su lugar.  Creo que en su afán de comprenderme me leyó. Hay más de mi es cada hoja escrita que en mi propio andar. Porque si se me permitiera caminar como escribo, iría en sancos de aquí para allá en dirección contraria, claro está,  o mejor aún sin zapatos.

¿Me pregunto nuevamente si él me leerá esta vez? Me interpelo honestamente ¿y si soy yo la que tiene algo más para decir? o me traiciona…. Nada que soy una pensadora con insomnio y exceso de cafeína en el sistema.
A mí me podrá faltar paciencia pero me sobran cosas para decir,  acciones, cartas y gestos que entregan.   De resto soy una impaciente de los mil demonios que levita de impotencia ante el hervor lento del agua en su olla.  Cargo una de aparatos personales como fachada tan increíblemente inservibles. Será que entre tanto, y obviando al escritor que alguna vez me leyó y mi santa madre, alguien más allá de que todo me puede ver. Hay dudas personales sobre mi propio reflejo
Hay que desempolvar este tapete. Obsoleto, simulacro de escritora que alguna vez compitió para ganar la beca que el suntuoso escritor que me leía se ganó.

jueves, 28 de enero de 2016

"Excuse me while I break my own heart"

Song: Excuse me while I break my own heart"

Whiskeytown


Me pareció un título muy acertado, justo el de una canción  que no conocía, y  que con  toda honestidad no puse mayor atención y detalle en la letra, sólo me centré en la pertinencia de su título que heme aquí escribiendo al respecto.
Me he dado cuenta hay una oleada de blogs y libros escritos por de mujeres que, como yo, pasan por momentos complejos y de determinantes disyuntivas en sus vidas. Muchas de ellas en su bendita suerte han optado por viajar por el mundo, hacer un recorrido retador de montaña, perderse en la selva, hablar con tribus, fumar peyote, bailar danzas curativas de milenarias regiones, alimentarse del silencio pero sobre todo encontrarse así mismas….  Benditas sean en sus suerte y su bolsillo, en lo aguerridas y lo pujantes, porque déjenme decirle que tiene mérito coger las maletas y decir  adiós a tanta mierda.
Pero luego miro la otra cara de la moneda, y aquí estoy yo, sin dinero suficiente para volverme tan emprendedora y con la retadora postura de tener que hacer frente a todo desde puto fijo. Inventarme mi propio escape entre la rutina de la jungla de concreto, en las cuatro paredes de mi piso que insisten en recordarme historias y en un día  a día que se me hace elástico, de  grande a pequeño. Nada más allá de lo típico, una hace  de tripas corazón y espero no estar sola en esto, así que en ningún momento me hago la ilusión de  pensar que descubro el agua caliente.
Años atrás hacia la vil parodia de la desdichada escena de las mujeres que  asistían a los los talk shows, siendo el show de cristina uno de mis predilectos,  a defender a un fulano muchas veces  mal llamado “robelto”. Este hombre por lo general era capaz de golpear  a la protagonista, dicho por ella misma,  con el bat de baseball, meter la mano del baby en la candela y demás, pero aun así decir a todo gañote ante una audiencia acusadora: es que robelto  es bueno, el me ama.
Hoy soy una de ellas, en mi propio talk show,  sin viaje liberador y con mi propio Robelto.  Quien  aunque no me pega con el bat, ha hechos más destrozos de los debidos. Daños que por cierto he permitido a toda costa, divisado a kilómetros y aun así tener la desfachatez de  pararme en la punta del barco cual escena de Titanic, siendo yo Leonardo DiCaprio,   a gritar: Es que él me ama.